Más pesadillas para Yogi

Imaginó el oso Yogi que disfrutaría de la vejez plácidamente cuando superó la amenaza que hizo planear la primera presidencia del señor Trump sobre su familia de grizzlies en el parque Yellowstone. Erróneamente. Porque el retorno del infausto personaje a la Casa Blanca ha comenzado a traducirse en problemas aún más serios que la legislación que entonces pretendió franquear a los cazadores las puertas del emblemático parque nacional. Recordemos que la revista NATURE alertó en mayo de 2018 contra una iniciativa que hubiese permitido abatir anualmente hasta dos docenas de estos majestuosos animales, que todavía se recuperaban de un implacable hostigamiento. Un grupo de científicos eminentes solicitó una moratoria al gobernador del estado de Wyoming mientras un panel de expertos independientes establecía con exactitud el tamaño de esa población, que en los últimos treinta años había sido objeto de una eficaz vigilancia, y, felizmente, tres meses...